RE-VIVIR
Entramos en un nuevo Curso fraterno y algunas sombras que atenazaban nuestro ánimo van disipándose. No hablamos de que se vislumbra eso que eufemísticamente se ha dado en llamar la “nueva normalidad”. Un término, cuanto menos, indignante solo con considerar la terrible pérdida de seres queridos y la dura realidad de una sociedad quebrada emocionalmente que tardará mucho en ir recuperándose. Una normalidad donde los países enriquecidos ya están administrándose una tercera dosis de la vacuna anti-Covid mientras una buena parte de la Humanidad está esperando la primera.
Nos referimos, más bien, al despertar del letargo que produce una gran tormenta. El inmediato silencio que se produce nos invita a agudizar los sentidos y nos hace abrir los ojos. Nos levantamos, y cogidos de la mano, temerosamente, salimos de nuestros escondrijos atentos a la nueva realidad que se ha provocado. Lo primero que nace en nuestro corazón es correr en busca de los seres queridos y, a continuación, disponer nuestras fortalezas y recursos para reconstruir ese mundo roto… esas personas tan dañadas…
El Sol, que vuelve a nacer entre las nubes, ilumina los caminos anegados, ya casi intransitables, y ante nuestros ojos sorprendidos, encontramos el anuncio de un Sínodo que el papa Francisco regala a la Humanidad a fin de que esta reencuentre el camino perdido hacia la Buena Noticia del Evangelio. La Frater, en ese momento se inunda con los infinitos aromas que la tormenta ha despertado en el bosque y respira, insaciablemente, ante la presencia de un aire puro cargado de matices llenos de vida.
Frater no quiere “nueva normalidad”, Frater desea intensamente un Mundo Nuevo donde, juntos, caminemos hacia praderas donde brote y madure la dignidad para todas las personas; que podamos gozar ante los riachuelos que arrastren las injusticias y la corrupción que humillan al ser humano y le privan de sus derechos y de lo necesario para vivir; y que nuestros pies puedan pisar los umbrales de una Iglesia, pobre y humilde como la que nos anunciaba un tal Jesús.
Carta de Amigos de Frater España de octubre 2021..pdf (2001449)