Tierra, personas y papeles tres vías de acceso a la vida y la espiritualidad del Padre François. A través de las tres pudimos acercarnos un poco al origen de Frater y a su iniciador. Aunque aparentemente “los papeles” despertaban poco interés, la visita, a los Archivos departamentales de la Meuse donde se encuentra el Repertorio Numérico Detallado del Fondo de La Fraternidad Cristiana Intercontinental de personas con enfermedades crónicas y discapacidad física, a más de mil kilómetros de casa resultó ser no sólo interesante, despertó en nosotros algunas emociones y sentimientos que bien merecieron la pena.
Hasta hace relativamente poco los papeles constituían una de las fuentes históricas más preciadas para construir la historia de los acontecimientos pasados. Hoy en día las cosas han cambiado, los testimonios, las imágenes y las redes nos proporcionan nuevas fuentes. No obstante, a pesar de que hay quien lo niega, los “papeles”, es decir: las fuentes escritas, siguen siendo un camino indiscutible y de máximo valor para conocer nuestros orígenes, los protagonistas de los hechos más significativos y cómo ellos los vivieron.
En un edificio funcional y frío, en una sala repleta de carpetas de documentos, descansan los testimonios escritos que recogen la historia de nuestra Fraternidad, papeles firmados por el propio Padre Fraçois y por muchos otros fraternos. Quienes los custodian y organizan, funcionarios del Estado francés, nos trataron como verdaderos amigos. Una visita tan inaudita como sorprendente, deambulando por estrechos pasillos formados por decenas de estanterías, centenares de carpetas, resultó ser, una experiencia inolvidable, sentíamos que allí se custodian cosas experiencias y testimonios enormemente valiosos para la historia de nuestro Movimiento, papeles que conservan la memoria de estos 70 años de vida… para quienes deseen escucharla.
Nuestra intención era sólo cachear la documentación, tocar con nuestras manos algún papel que pudiera despertar mayor interés por conocer mejor lo que nos espera si queremos seguir investigando. Una puerta abierta a un acercamiento mayor de nuestro origen y de nuestra historia internacional: quién y cómo inició nuestra camino y, finalmente, pistas para orientar nuestros pasos en el futuro, si queremos ser fieles a la intuición inicial, a nuestra identidad y a nuestra misión.
En Frater tendremos que “volver a Verdún”, seguramente una y otra vez; y Dios quiera que también a esos Archivos que, dicho sea de paso, deberíamos cuidar y ampliar permanentemente. Los documentos escritos no siempre hablan de lo que a nosotros nos gustaría escuchar o nos interesa en cada momento, hablan de lo que hicieron otros y lo que interesaba a otros, los que los escribieron, en ello radica, paradójicamente su verdadero valor. A nosotros nos corresponde ahora seleccionar, interpretar (escuchar) y actualizar su sentido para el presente.
De esa visita a los Archivos, destacaría un momento particularmente impactante: tener entre las manos, con contenida emoción y leer atentamente una sencilla carta, de las 16 Cartas Originales, escritas de su puño y letra y enviadas por el Padre François a la religiosa Ángela de la Fraternidad de Brasil entre 1982 y 1985, que alguien con buen criterio y generosidad envió al archivo internacional el año 2001. Observar su firma… imaginar la pasión con la que contestaba a las cartas que le remitían: “corto si eran breves y largo si eran largas” como nos contaba la que fue en su día traductora y confidente del iniciador de la Frater, sor Bernardette religiosa del Carmelo de Verdún.
En fin, esta experiencia, que como otras muchas emocionaron al grupo de fraternos que viajamos a Verdún el pasado mes de septiembre, para celebrar el 70 Aniversario de la Fraternidad en el mundo, me anima a pensar que en esas personas, en esos lugares y en esos papeles se esconde mucha vida pasada, y presente, que bien pueden iluminar nuestros pasos en el futuro. ¡Bendito sea Dios por esta bendita Fraternidad intercontinental!
José María Marín
Consiliario Diocesano de Frater Segorbe-Castellón