El padre François nos dice en su mensaje de Pascua de 1957:
“No perdáis nunca de vista que la vida está en nosotros. Nadie tiene el derecho de cerrar sobre vosotros la piedra de la tumba y declararos acabados.
Vivid con optimismo que no es una actitud boba y beata, sino una posición razonable, yo diría incluso «científica». Vosotros sabéis que la vida es dinamismo: no todo os es posible, pero algo sí...
La solución está en vosotros, pero sobre todo en Dios. Una vida mejor, una vida más fecunda depende de Dios (¡Dios lo quiere así!) y de vosotros (¿lo queréis vosotros?...).
La Fraternidad es un Movimiento de Vida, porque cree en todas las posibilidades de las personas enfermas y con discapacidad. Es su razón de ser el hacer tomar conciencia de esto a todos los enfermos. Quiere persuadiros de que la más bella forma de vida es la que se da a los demás. Probadla desde hoy acercándoos a vuestros hermanos que sufren. Comunicadles este mensaje. Mejor todavía: adaptadlo a vuestro lenguaje, a vuestra manera, para cada caso particular. Movilizad a los paralizados y volvedlos a lanzar a la corriente de la vida con los otros, para los otros”.
Sabias y actuales las palabras de nuestro fundador. En cada una de ellas nos alienta a seguir adelante, a estar en actitud de entrega y servicio hacia el hermano que puede estar pasándolo peor que nosotros.
En el mes de Septiembre hemos tenido la oportunidad y el gozo enorme de compartir unos días con nuestros hermanos del Equipo de la Frater intercontinental. Han sido días de trabajo intenso, de poner encima de la mesa las realidades de otras fraternidades de América Latina, de África, de Europa, de Asia… realidades no exentas de dificultades, algunas de ellas más pobres que las nuestras porque, en muchos casos, carecen de recursos y medios técnicos para desplazarse, reunirse y poner en marcha tantos proyectos como plantean. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, son fraternidades vivas, con ilusión y con el deseo de ser los portadores del mensaje de Jesús: “Levántate y anda”. Hacen verdaderos esfuerzos, tanto físicos como económicos, para encontrarse superando las grandes distancias que les separan. Siguen sembrando la semilla de la Fraternidad en otros continentes que parecen tan lejanos a nuestros ojos.
Realmente, el padre François sabía disparar muy bien al centro de la diana de nuestra mente y nuestro corazón, para motivarnos a descubrir todas las posibilidades que hay en cada uno de nosotros para compartirlas con los demás.
Iniciamos un nuevo curso. Cargado de expectativas e interrogantes. Estamos trabajando en todo lo que supone mejorar y adaptar la estructura de nuestro Movimiento a las circunstancias y tiempos actuales. Nos estamos resituando en nuestra pertenencia como movimiento de Acción Católica y, lo que es muy importante, tenemos que resolver la continuidad de la Fraternidad a nivel general con la elección de un nuevo Equipo. ¡Tenemos mucha tarea por delante! Aparte de cada una de las actividades que se programen a nivel diocesano y de zona.
El padre François nos dice: “La solución está en vosotros. La Fraternidad es un Movimiento de Vida. Comunicad este mensaje y movilizad a los paralizados”. Es una llamada directa para dar respuesta a lo que la Fraternidad nos pide y la solución está en nosotros.
Os animamos a empezar este curso con optimismo, con ilusión, confiando en el Dios que todo lo puede y que nos regala cada día para que lo vivamos con plenitud y en la seguridad de que siempre va a estar a nuestro lado.
El Equipo General
