XL Jornadas de Nacionales de Delegados de Apostolado Seglar y Responsables de Movimientos y Asociaciones
Organizadas por la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS), se han celebrado los días 26 y 27 de octubre con la vista puesta en el próximo Congreso de Laicos, a celebrar en febrero de 2020. En esta ocasión, las reuniones de trabajo se han desarrollado en la sede de la Conferencia Episcopal, dado el mayor número de participantes que en otras convocatorias, lo que ha obligado a una reorganización espacial de las mismas.
En la inauguración de las Jornadas, Mons. D. Javier Salinas, presidente de la CEAS, presentó como objetivo principal el último impulso conjunto para la puesta en marcha de la etapa final hacia el Congreso de Laicos. Las tres ponencias de estos días iban, por tanto, dirigidas a las tres líneas del Congreso: la juventud, la mujer y la presencia del laicado en la vida pública.
En la ponencia primera, desarrollada por Koldo Gutiérrez Cuesta, referida al trabajo pos-sinodal de los jóvenes, afirmó que en tres años de sínodo han aprendido lo más importante, un modo de ser, un modo de trabajar. En este tiempo se ha recordado a la juventud, que en el Vaticano II se mira a este colectivo con confianza y amor, que hay que escuchar con humildad y hablar con valentía.
Subrayó la importancia de la pastoral de la escucha, como manera de hacer de Dios que esá siempre a la escucha de la persona. La pastoral relacional para buscar-crecer, llevar el mensaje Cristo te ama, a la vez que se entrega lo que Dios te envía, desplegando la misión desde la vocación. Por último, la formación debe ser un necesario espacio de crecimiento de la vocación misionera, a la que todo creyente está llamado, también las personas más jóvenes. Sirve para encontrar las posibilidades de acción donde se encuentren, en los ambientes, principalmente.
La ponencia Mujer, Iglesia y Sociedad, impartida por la profesora Dª María Teresa Compte Grau, plantea diversas cuestiones, como ¿quién habla sobre la mujer en la Iglesia?, a lo que afirma que no se trata de que la Iglesia hable sobre la mujer, sino que sea la misma mujer quien se manifieste, aporte, defienda y demande su papel.
Comenta la tarea conjunta en la familia, el destino no biológico de la mujer, el rol tradicional asignado por género, y planteando la política de género como discriminación, al hacer de la mujer un objeto mercantil, en algunos supuestos. Considera la violencia ejercida sobre la mujer un atentado directo, que impide la toma de decisiones a la mujer, al hacerla dependiente, y por tanto, vulnerable y vulnerada. Expone que la Iglesia tiene que revisar el papel de la mujer en su papel de madre-esposa, el sentido de culpa cargado sobre la mujer, la servidumbre que se carga sobre ella, respetar su capacidad de decisión, perseguir a quien atente contra ella en forma de abuso. Con unas intervenciones en consonancia con la interesante exposición, se finalizó esta segunda parte de las Jornadas.
Por la tarde se presentó el movimiento UMOFC, Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas, constituido en 1910, con origen en España desde Manos Unidas.
En el tercer bloque, el profesor D. Agustín Domingo Moratalla con la ponencia Profetas 3.0: sanar personas, cuidar vínculos y tender puentes, comenzó su intervención definiendo dos formas de estar: benedictina que es el repliegue sobre uno mismo y sus ambientes, y la opción despliegue donde la presencia del laicado, en su opinión, debe servir como vertebración de espacios comunitarios, en una presencia activa.
En esta era digital de ensimismamiento hemos de tener el silencio como una posición personal clave para lograr ser peregrinos, gustar de las cosas, no turistas y estar por las cosas... Unas herramientas clave serán la conexión-comunicación... para cuidar vínculos y tender puentes, a nivel personal y con las demás personas, tanto en la sociedad civil como en las relaciones inter-eclesiales. También subrayó la necesidad de cuidar las tradiciones, que pueden evitar el vacío en las relaciones, el abandono y la soledad de las personas en riesgo de exclusión y pobreza.
Consideró necesario revisar, por parte eclesial los problemas que se suscitan entre ser una persona católica y ser empresaria, política, científica, intelectual o feliz. Estos temas deben abordarse apreciando cada uno de ellos como no excluyente de la vida de un cristiano por parte de los mismos y la Iglesia.
Durante las jornadas hubo tres espacios de tiempo para informar del Congreso de Laicos de febrero, así como el reparto de plazas, adjudicadas ya, en principio a diócesis, movimientos y grupos de Iglesia organizados, sobre todo en las parroquias. En este momento, se está a la espera de la recepción de los encuentros a nivel diocesano, que vertebrarán definitivamente los contenidos y, sobre todo, el post-congreso, ya que el Congreso se considera que es el punto de partida de la Iglesia en el mundo, representada por el laicado. Una vez abierta la inscripción, se acomodará a cada participante en al menos dos de los cuatro itinerarios (y en las sucesivas líneas temáticas) para lograr una amplia participación.
Se tiene prevista la asistencia de 2.000 personas, comenzando el viernes 14 y finalizando el domingo 16 después de la comida. El alojamiento corre por cuenta de cada participante y/o su entidad o diócesis.
Toda la información está en la web del Congreso: www.pueblodediosensalida.com
Ana Quintanilla, vicepresidenta