Sello de Compromiso hacia la Excelencia Europea EFQM al Maset de Frater Castellón
Estamos en plena campaña electoral. Los distintos partidos políticos hacen estos días sus promesas electorales. Algunas sabemos a ciencia cierta que
nunca se van a cumplir porque no encajan en lo que denominamos sentido común. Prometer no cuesta nada. Si no se cumple lo prometido, siempre se puede echar la culpa al “maestro armero”, cargo que creo Felipe V en 1703 cuando la pica dio paso al fusil como arma única de infantería. Los problemas que les presentaban los soldados por el mal funcionamiento de los fusiles debían ser tantos, sin que en realidad pudiera hacer nada por solucionarlos, por no tener mando y capacidad de decisión, que terminó por acuñarse esta frase ante cualquier reproche: “las reclamaciones al maestro armero”. En la batalla política, todos los grupos y las instituciones públicas tienen un “maestro armero”.
Son cada vez menos los que creen realmente en las promesas y soluciones de los partidos políticos. Un sentimiento de impotencia y desengaño parece atravesar las almas de las gentes de nuestro tiempo. Las nuevas generaciones están aprendiendo a vivir sin futuro, actuar sin proyectos, organizarse solo el presente. Y cada vez son más los que viven sin un mañana. Y sin embargo, el ser humano no puede vivir sin esperanza. Cuando la esperanza se apaga en nosotros, nos detenemos, ya no crecemos, nos empobrecemos, nos destruimos. Sin esperanza dejamos de ser humanos. Aunque solo fuera por esto, habría que regenerar la acción política y devolver la esperanza al pueblo.
Gentes del pueblo construyen la esperanza cuando optan con claridad por el ser humano, cuando comparten vida y caminan con personas frágiles, cuando creen en la fuerza de los débiles, cuidadores de la dignidad de estas personas. Es el caso de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad –Frater- de Castellón, que el martes pasado recibió el Sello de Compromiso hacia la Excelencia Europea EFQM. Tuve el privilegio de participar, junto con la Presidenta General de Frater España, en el acto de entrega de este sello, que identifica a las organizaciones que están comenzando su camino hacia la Excelencia y que tienen como objetivo la mejora de su gestión.
Esta Frater gestiona lo que llaman el “Maset Frater” (Residencia para personas con discapacidad, bastante gravemente afectadas). Haciendo camino con estas personas. Avanzan. Salen adelante. En tiempos ligeros y en horas de crisis y dificultad. En días luminosos y en noches sombrías. Con tanta fragilidad que a veces parece que se podían romper, pero no se rompen porque la fuerza que les sostiene es diferente: es el amor que no posee. Es la fe que nada entre preguntas. Es el servicio que a veces parece que no sirve para nada. Es la riqueza que no atesora cifras, sino historias humanas.
Esta residencia, como tantas otras experiencias de verdadero acompañamiento del ser humano frágil, es una novela que escriben cada día. Y en ella, hay nombres. Hay gestos. Hay emociones. Las emociones son importantes. El tiempo se lleva unas cosas y trae otras. Pero van dejando una huella detrás. Una huella en la memoria de aquellos que los conocen, en las palabras imborrables, en los gestos sin vuelta atrás. Y les acompañan cada día los rostros, los recuerdos, y el cariño que dejan sembrado.
La Presidenta de Frater España dijo en el acto de entrega de este Sello de Calidad que “el estilo, la forma de vivir y el modo de estar al lado del que más lo necesita, debe ser una constante en nuestro quehacer diario. Nuestro modelo Jesús de Nazaret”. Hay mucha gente que, como Jesús, desde el amor, trabaja por la dignidad de cada persona, por la justicia y la equidad. Estos son signos del Reino de Dios entre nosotros. Lástima que a veces, incluso en la Iglesia, nos cueste trabajo descubrir y valorar estos signos.
A veces se nos va la vida en palabras, palabras y mil palabras. Lo experimentamos en este tiempo electoral. Hace falta hablar también con los gestos. Empecemos a tender puentes desde unas manos abiertas, unos ojos y oídos atentos… al otro, responsables en la construcción de una convivencia donde todos podamos vivir como personas con dignidad.
José Mª López López
Consiliario nacional de Frater
