ENCUENTRO DE RESPONSABLES DIOCESANOS PARA LA DISCAPACIDAD DESDE LA CEE
RESUMEN DEL ENCUENTRO DE RESPONSABLES DIOCESANOS PARA LA DISCAPACIDAD.
El sábado 15 de abril de 2023, se celebró en el aulario Papa Francisco, Sala San Isidoro, Arturo Soria 230, el Primer Encuentro de Responsables Diocesanos para la Discapacidad convocado por la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado con el título: "Una Iglesia sinodal , sensible y accesible a las personas con discapacidad."
Comenzó el encuentro por vía telemática desde Tenerife D. Roberto Ramírez Santos, responsable del Área para la Discapacidad del Secretariado para la Comisión, con una oración, pidiendo que el Espíritu Santo dé su ayuda en este primer encuentro.
A continuación, leyó como texto evangélico Lucas, 4, 14 - 21.
Y después de rezar juntos el padrenuestro leyó un fragmento del Mensaje del Santo Padre Francisco para el Día Internacional de las Personas con Discapacidad el 3 de diciembre del 2022. Es decir, el último. En el que señala que "El magisterio de la fragilidad es un carisma con el que ustedes pueden enriquecer a la Iglesia".
Enseguida tomó la palabra D. Romá Casanova. Obispo de Vis y responsable del Área para la Discapacidad de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado.
Subrayó de la necesidad sinodal de la inclusividad, y que debemos evangelizar juntos.
A continuación, la secretaria del Encuentro María de la Peña Madrid saludó a todas las delegaciones diocesanas presentes y conectadas online.
Presenciales: Barcelona, Bilbao, Cuenca, Ceuta- Cádiz, Madrid, Málaga, Santander, Valencia, Getafe, Santiago de Compostela y Sevilla.
Online: Barbastro-Monzón, Burgos, Mallorca, Terrassa y Zamora y después nos presentó al ponente con detalle:
Juan Ramón Jiménez Simón nacido en Sevilla el año 1972 y que es un poeta y escritor español. Doctor en Ciencias Sociales por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), y licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (sección Pedagogía) por la Universidad de Sevilla. Actualmente trabaja para Inserta Empleo - Fundación ONCE.
Muchos de sus poemas son publicados en antologías literarias, tanto de España como de Latinoamérica.
Centró su disertación en 5 puntos:
1.¿Discapacidad vs.capacidad?
2. Una Iglesia con todos y para todos: Basada en los textos evangélicos Mc. 2,1 - 12 y Mc. 7, 31 -37.
3. Caminar juntos: la aportación de la accesibilidad.
4. Condiciones de accesibilidad y ajustes razonables en los espacios eclesiales.
5. "La Iglesia es mi casa."
Después de ver el video: "Francisco responde", le impresionó la frase del Papa que dijo: "El día que la Iglesia pierda universalidad, dejará de ser Iglesia, todos tienen cabida".
La Iglesia es una casa, es la casa de todos. Nos enraíza en la caída de Jesús. Hay que llegar a las periferias del cuerpo y del alma. El camino es de todos y para todos. Los hermanos nos ayudamos unos a otros. Lo que hace sinodal a la Iglesia es la comunión. Y es importante lo que dijo el Papa en su mensaje del 3 de diciembre pasado, señalando el documento preparatorio de la etapa continental del Sínodo de que "numerosas síntesis señalan que faltan estructuras y formas adecuadas para acompañar a las personas con discapacidad". Y hay que dar el primer paso para una aventura.
San Pablo en su Carta a los Efesios dice que: "estamos llamados a una vocación y una esperanza". Tiene que haber una red de articulaciones. San Pablo se refiere a toda la sociedad. Y señala la frontera entre Iglesia y mundo cultural.
Señaló 3 matices importantes:
1) Unidad y Comunión.
2) Accesibilidad.
3) Creatividad y participación.
Debemos mirar la persona antes que la discapacidad.
¿Nos asusta la palabra discapacidad?
Es una realidad cognitiva. Se ha quitado el alma a lo que es discapacidad. Hemos subjetivado la discapacidad. Nos centramos en el bastón del ciego, pero no en su capacidad de amar que es su esencia. Que no es un complemento circunstancial.
Podemos crear derroteros que fragmentemos y perdamos la unidad.
Debemos decir persona con discapacidad y no ciego o sordomudo en nuestro lenguaje de cada día. Y desterrar la idea de castigo de Dios.
Debemos emplear un lenguaje inclusivo.
Quitar el estigma de las etiquetas.
No debemos invisibilizar a las personas.
Algunos se refieren a capacidades diferentes o diversidad funcional, como algo negativo.
Podemos tener una limitación, pero no queremos que nos discapacitéis.
Discapacidad es una situación que resulta de la interacción entre las personas.
Sobre accesibilidad me resalta el pasaje de Jesús en Cafarnaúm, cuando descuelgan a un paralítico por el techo y Jesús le dice tus pecados te quedan perdonados.
Debemos liberarnos de parálisis social
También Jesús cura a un sordo y mudo y lo lleva aparte. Y como vive encerrado en si mismo, tiene con él una actitud personalizada. Lo trata para que sienta su contacto. Tenemos que romper moldes. Adaptar la comunicación. Que se sienta parte de una casa. Hay que pasar a la acción. Qué piensa, qué siente.
Mientras hablaba sus palabras tenían el apoyo de fotos en power point. Y antes de terminar nos puso un video donde distintas personas con discapacidad pedían ser tratadas como personas.
Después de un descanso vinieron las experiencias concretas de algunas personas con discapacidad concretas.
Comenzó Mariano Fresnillo, persona con discapacidad visual.
Nos dijo que hace cuarenta años que perdió totalmente la vista. Dijo que en la actualidad casi todas las personas con discapacidad visual ven algo. Por eso es importante preguntarles al conocerlas como ven, para saber cómo tratarlas.
"Hoy en día prácticamente todos los documentos los podemos leer las personas con discapacidad visual. con el móvil o el ordenador.
Para textos en pdf, conviene al generarlos buscar la opción de generarlos como texto y ya son accesibles pues la mayoría de la gente. Los generan sobre una imagen y son más complejos de leer.
El Word es el mejor formato a emplear por su gran accesibilidad y si podéis escribir en letra arial o verdana es la ideal para deficientes visuales y tamaño de la letra 14. Este es el estándar de accesibilidad y en colores que haya contraste entre el fondo y el color con el que se escriba.
Sobre WhatsApp, comenté que todo es accesible, texto y audios, pero en el caso de remitir una foto, cuando se va a enviar, existe un apartado que dice: añadir comentario
Poniendo una frase sencilla que describa lo que hay en la foto ya me hace saber que hay en la foto para manejarla.
Después le pidió a Isabel Cano que se acercara para hacer una prueba de cómo hay que acompañar a una persona con discapacidad visual. Hay que ir delante dejándose agarrar el brazo derecho con el izquierdo suyo y si lleva perro, el ayudante se debe situar a su derecha, pues el perro irá a su izquierda.
Bartimeo es la única persona con discapacidad que cita su nombre el Evangelio.
A continuación, nos contó su experiencia Rosana Rodrígo, que es persona con discapacidad visual y auditiva.
Se comunica con ayuda de la traductora de signos Sonia Luque.
Es una discapacidad única. Con problemas de comunicación y de entorno. Nació sorda. Y no se daba cuenta de que se tropezaba y tiraba cosas. Hasta que se decidió a ir al médico y le diagnosticó una ceguera progresiva, llamado síndrome de Usher. Tiene un hermano sordociego y otro que no lo es. Puso sobre la mesa el bastón que es rojo y blanco para que la gente los distinga cuando caminan por la calle.
Descubrió una asociación y fue para allá. Y allí descubrió muchos sistemas de comunicación. Dice que en su familia hay inclusión total. Su pero Udala se ha jubilado, pero sigue con ella. En su parroquia de Madrid, Santa María del Silencio, hay personas que saben comunicarse con ella. Y saben también que se debe sentar en la primera fila. Y también se comunica por ordenador. Y dice que cuando hay charlas hablan despacio.
Con la misma traductora de signos continúa Inés Villalobos, sorda y de la misma parroquia. Sus hermanos no querían que aprendiera el lenguaje de signos, pues hay que hacer mucho esfuerzo para estudiarlos. Ella les comprendía por el movimiento de la boca. Y en su familia la comprendían.
Su jefe intenta ayudarla en el trabajo. Pues hay compañeros con diferentes discapacidades.
Tiene la suerte de vivir enfrente de la Parroquia Santa María del Silencio, y allí ha hecho la primera comunión, la confirmación, la boda y las bodas de plata.
Dice que los sordos están muy aislados y que son pocas las parroquias adaptadas, y no entienden a los sordos. En cambio, en esta tienen confesor. Tienen escuela de fe. Ponen intérpretes y pantallas. La Iglesia debe poner más atención pues se sienten marginados. Los testigos de Jehová los engañan.
También hay sordos oralistas. Y a algunos les han podido poner un implante coclear.
La tarde comenzó con Sergio Buiza, sacerdote encargado de la Catequesis para personas con discapacidad en la diócesis de Bilbao.
El título de su charla fue: " Importancia de la coordinación en la diócesis en el ámbito de la discapacidad"
La dividió en tres partes:
Aprender a mirar con los ojos del corazón.
Construyendo inclusión en la diócesis. En el ámbito de la celebración.
Servir y vivir en comunidad con las personas con discapacidad.
Tener armonía en la orientación de la acción catequética con y para las personas con discapacidad. Atención pastoral trasversal. Coordinar a todos, que no sean unos más que otros. Pastoral del sordo, Ceco, Fe y Luz Frater y otros. Abriendo caminos de sinodalidad. Imaginemos una tienda de campaña donde todos seríamos acogidos. Ya se hace mucho. Pero coordinarlo todo.
Cuando se hace un encuentro siempre surge el interrogante si el lugar es accesible para todos. ¿hay intérpretes?, espacio para el perro guía. Fijarnos en todo. Ver lo que es nuclear para todos. ¿Necesitas algo? ¿En qué te puedo ayudar?
Hay inquietud en las diócesis. Aquí estamos 14 diócesis de 72 que son todas. En algunas no hay contactos.
A continuación intervino Manuel Rancés, Presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple
Mi nombre es Manuel Rancés y estoy aquí por estas razones:
- Soy un cristiano de base
- Tengo discapacidad
- Formo parte del movimiento asociativo
- Soy un profesional de la accesibilidad desde hace 20 años
Hemos de ser conscientes de que nuestra iglesia envejece, nuestra esperanza de vida es cada vez mayor, y envejecemos tanto los fieles como los religiosos. La vejez es la mayor causa de discapacidades y, por desgracia, tenemos poco poder de convocatoria entre los jóvenes.
Una iglesia accesible beneficia a todos.
Accesibilidad al espacio físico
Cuando llegas a un templo, a una capilla, a un espacio parroquial, o a una casa de ejercicios nos encontramos con dificultades para acceder:
- En algunos casos, los espacios son inaccesibles porque nadie ha pensado en su accesibilidad, ni siquiera cumplen la normativa obligatoria desde 2017. Todos los espacios de uso público están obligados
- En otros casos han dado soluciones más voluntaristas o basadas en la intuición que adecuadas, y eficaces, que, por supuesto incumplen esa normativa, aunque muchas veces los hacen al menos practicables.
- En otros casos se ha recurrido a profesionales de la construcción o incluso a arquitectos que, con un conocimiento parcial o limitado de la normativa, han dado soluciones que no fomentan ni la usabilidad ni la autonomía de las personas que necesitan esas medidas
- En otras ocasiones se han creado guetos o espacios exclusivos como si las Personas con Discapacidad no fuéramos parte integrante de la Iglesia, como si fuéramos diferentes, no un cristiano más y necesitásemos espacios aparte, diferenciados.
Te encuentras entonces con soluciones tan poco seguras o prácticas como como:
- Rampas de madera o metal superpuestas, hechas por una persona que tiene mejor voluntad que practicidad. Inestables, sin pasamanos que permitan su uso seguro, con pendientes imposibles o carentes de bordes que impidan que se salga una rueda de una silla o la contera de un bastón
- Puertas imposibles de abrir yan que requieren un esfuerzo imposible.
- Elementos de accesibilidad que podrían ser muy útiles pero que como no están señalizados, son ilocalizables, y por tanto inútiles
- Elementos que no se pueden usar de forma autónoma, que requieren la asistencia de otra persona.
- Zonas de uso común como el altar, el ambón o incluso la zona de comunión inaccesibles imposibilitando la participación activa en la liturgia, eres un mero espectador y hasta el sacerdote tiene que hacer algo especial para que comulgues.
- Tienes que ubicar tu silla de ruedas en medio de pasillos o delante del todo. Donde no puedes estar con tus acompañantes o estas en medio molestando y no de forma normalizada.
Por supuesto sabemos las dificultades que implica la necesidad de preservar nuestro patrimonio histórico, pero eso es compatible con la accesibilidad, con el diseño inclusivo. Si es posible hacer accesibles catedrales y palacios, seguro que hay soluciones para otros lugares históricos.
Cómo podemos evitar esas situaciones
- Contratando profesionales de la accesibilidad, no todos los constructores o los arquitectos estar formados en estos temas.
- Priorizar la usabilidad yendo incluso más allá de la norma, para que realmente funcione, con soluciones probadas con personas con discapacidad.
- Gastando los recursos adecuadamente, las soluciones mejores no siempre son las más caras, sino las más fáciles de utilizar.
- Fomentando la autonomía personal y no soluciones voluntaristas.
- No generando espacios exclusivos ni guetos, “Todos somos todos como” dice Don Román, presidente de esta comisión.
- No centrándonos solamente en los templos sino en otras instalaciones igual de importantes. Centros parroquiales, capillas, criptas, salones de actos, casas de ejercicios….
Un cambio de lenguaje y actitud
- La participación plena de las personas con movilidad reducida debe basarse en mucho más que en el voluntarismo o falsa caridad. No consiste en “bajar el micrófono” o darles el brazo cuando van a participar en la liturgia. Es necesario que todos los espacios nos permitan participar a todas las personas de forma similar, independientemente de las capacidades de cada cual:
- Participar como feligrés de base, Algo tan sencillo como que una persona que, acudiendo a misa sin quedarte en medio en tu silla, o llegando a comulgar de forma normalizada, confesarte, o participar en los grupos parroquiales.
- Participar de forma más activa hasta una participación más activa como catequista, un lector.
- Evitando que un sacerdote con problemas de movilidad tenga que dejar de ejercer su labor como ahora y lo siga haciendo de forma natural y autónoma.
- No solo es una cuestión de arreglar el espacio si no de cambiar actitudes, con formación y divulgación. Cambiando la mentalidad.
- Debemos eliminar el paternalismo en las actitudes, en el lenguaje, en la manera de ver esa participación de las personas con discapacidad. Eso se consigue con formación, con divulgación, protagonizadas por las propias personas con discapacidad.
De este concepto parte el trabajo de esta comisión y en ella tienen un papel las diócesis. Esta implicación es la que puede generar el auténtico cambio en la Iglesia española.
Es necesario que todos no impliquemos en un verdadero cambio, no solo en los espacios, sino en la mentalidad, actitud, lenguaje y percepción.
Detrás de mí, aquí mismo, hay un estrado inaccesible.
Muchas gracias
-Y siguiendo con la discapacidad física intervino José Manuel Rodríguez de Robles, responsable de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de Madrid.
Existimos
Las personas con discapacidad somos uno de los grupos más vulnerables del mundo de hoy en día. En noviembre de 2017, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer unos datos que consideramos esenciales para entender nuestra realidad y avanzar hacia nuestra plena inclusión: en todo el mundo, más de mil millones de personas vivimos con una discapacidad física, orgánica, sensorial, cognitiva (intelectual) o mental. Somos alrededor del 15% de la población mundial.
Las personas con discapacidad somos más vulnerables a la pobreza: vivimos en peores condiciones (alimentación insuficiente, vivienda inadecuada, falta de acceso al agua potable) respecto a otras personas. La actual crisis sanitaria y social debida a la pandemia ha demostrado que las personas con discapacidad hemos soportado la mayor carga. A este respecto, el Papa escribió:
«Todos estamos en la misma barca en medio de un mar agitado que puede asustarnos; pero en esta barca a algunos les resulta más difícil, entre ellos a las personas con discapacidades graves»
.Por ello, acogemos con gratitud esta valiente y esperanzadora invitación a hablar y opinar en este proceso sinodal, siguiendo la propuesta del Papa Francisco que pidió: «Tened el valor de dar voz a quienes son discriminados por su discapacidad, porque desgraciadamente en algunas naciones, todavía hoy, se duda en reconocerlos como personas de igual dignidad»
El “magisterio de la fragilidad”.
La presencia activa de las personas con discapacidad puede ayudar a la Iglesia a superar la mentalidad marginadora de la sociedad actual. Es lo que el Papa Francisco describió
recientemente como un verdadero «magisterio de la fragilidad». Ver la fragilidad del hermano debe llevar a reflexionar sobre la propia y sobre el hecho de que todos (algunos más y otros menos) necesitamos la ayuda de los demás.
El contacto con la fragilidad fortalece la fe, porque es
precisamente en la debilidad donde Dios muestra su amor y su misericordia. Nuestra presencia puede ayudar a transformar las realidades en las que vivimos, haciéndolas más humanas y acogedoras. Sin vulnerabilidad, sin límites, sin obstáculos que superar, no habría verdadera humanidad.
La inclusión de aquellos de entre nosotros que tienen una discapacidad cognitiva merece una atención muy especial. Es una participación en la vida de la comunidad eclesial que debe ser especialmente valiosa: en particular, es importante recordar que las dificultades cognitivas no incapacitan para comprender el misterio de la fe y estar cerca de la iglesia, al contrario, vivir la fe “de corazón a corazón” con Jesús, en una relación íntima que permite dejarse encontrar por el amigo
Jesús, constituye un testimonio concreto y fuerte de amor a Cristo, del que la Iglesia Católica tiene gran necesidad.
Por lo tanto, la fe se expresa a través de la experiencia alegre y confiada del amor preferencial de Dios por los sencillos, siendo conscientes de ser hijos amados.
También quiero subrayar que no somos más frágiles sólo porque vivamos con una condición de discapacidad, sino porque la sociedad (y la Iglesia) aún no han encontrado la manera de responder a nuestra necesidad de apoyo.
Participación en la vida de la Iglesia
Los que participaron en la consulta sinodal especial vivieron una experiencia privilegiada.
Todos eran representantes de realidades que, de distintas maneras, tienen como característica principal la inclusión de las personas con discapacidad; algunos eran sacerdotes, otros diáconos permanentes, consagrados o ministros extraordinarios de la Eucaristía; otros eran responsables de
asociaciones internacionales o, desde hace tiempo, forman parte de ellas.
Nuestro testimonio es el de personas que ya participan en la vida de la Iglesia y que, a todos los niveles, forman parte de
comunidades, y muestran que la inclusión es un camino viable y que, en cierto modo, ya está en marcha.
En efecto, algo importante está cambiando en la Iglesia y en la sociedad. Empezamos a sentir que ya no somos esos “exiliados ocultos que son tratados como cuerpos extraños de la sociedad”, ni somos seres que “existen sin pertenecer y sin participar”, sino que experimentamos que no “sólo somos atendidos”, sino que “participamos activamente en la comunidad civil y eclesial”. la participación en la vida de la propia comunidad eclesial queda condicionada por la presencia de barreras materiales e inmateriales.
Por ello, es necesario que las comunidades eclesiales se esfuercen por realizar ajustes razonables para hacer posible la participación de las personas con discapacidad.
Es necesario un camino progresivo para preparar cada realidad de la comunidad parroquial a la acogida.
La urgencia de un cambio de mentalidad: “nosotros”, no “ellos”
Es esencial que todo lo que concierne a la inclusión deje de estar vinculado a la sensibilidad particular de algunas personas, sino que sea el resultado de un cambio de mentalidad, de cultura, de perspectiva, para que todos sean vistos en su dignidad de personas y de hijos amados por Dios Padre.
En esta perspectiva -la de la conciencia de que la gracia habita en todos en igual medida- es necesario superar cualquier actitud paternalista hacia quienes experimentan una condición de discapacidad y superar la idea de que debemos ser atendidos exclusivamente. Se trata de una actitud, desgraciadamente, todavía muy extendida y que se sustenta en la lástima, en la compasión y en seguir considerándonos “objetos” de la atención de la Iglesia y no “sujetos”.
Por eso es urgente un cambio de mentalidad que ayude a captar el potencial de cada uno.
Los obstáculos.
Sin embargo, de las contribuciones recogidas se desprende que todavía existen bastantes obstáculos para la plena inclusión. Muchas personas con discapacidad participan en la vida de la Iglesia de forma mucho más limitada: algunas están completamente excluidas, mientras que otras se limitan a la participación que les permite una vida institucionalizada.
Hay muchos adultos que no han recibido los sacramentos de la iniciación cristiana o que no reciben atención pastoral.
Seguir diferenciando entre “nosotros” y “ellos” y negar la común dignidad bautismal y la participación en la misma naturaleza humana constituye la fuente de una continua discriminación.
De hecho, la cultura del descarte adquiere, en lo que respecta a las personas con discapacidad, los contornos de la discriminación. Proviene -como explicó el Papa- de la afirmación “Tú no eres como
yo" y sigue, por desgracia, presente incluso en la vida de la Iglesia.
Una incapacidad similar para escuchar las peticiones y los deseos de las personas con discapacidad hace que muchos de nosotros nos veamos obligados a vivir, en contra de nuestra
voluntad o sin que nadie se haya molestado en buscar la manera de pedir nuestra opinión al respecto, dentro de instituciones asistenciales. Se trata de lugares, no pocas veces dirigidos por organismos relacionados con la Iglesia, en los que rara vez se tiene en cuenta la voluntad del individuo y en los que a menudo faltan ciertas expresiones de la libertad del individuo.
Uno no tiene la posibilidad de elegir dónde y con quién vivir, ni salir y cuándo salir, que se respete su intimidad, y en muchos casos ni siquiera se tiene la posibilidad de asistir a los servicios religiosos.
¿Qué pide el Espíritu a la Iglesia?
Para superar la discriminación e iniciar un camino de inclusión, es necesario un cambio de paradigma que parta de una profundización teológica capaz de explicitar de forma clara y
contundente la dignidad de la persona con discapacidad como igual a cualquier otro ser humano, promoviendo su plena participación en la vida de la Iglesia.
Poco a poco están surgiendo teólogos con discapacidad en este sentido, que están profundizando en estos temas con gran sensibilidad, y es necesario escuchar lo que dicen. Esto puede llevar a una conversión que puede y debe extenderse a todos los aspectos de la vida de la Iglesia. Es un camino que en algunas partes del mundo la Iglesia ya está haciendo, pero que -en otros lugares- todavía encuentra muchos obstáculos, especialmente cuando es la propia cultura la que se interpone.
EXPERIENCIAS PRACTICAS.
Pues veamos ahora experiencias de Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER). Desde el año 2000 estamos llevando a cabo una solicitud a todas las parroquias de España de eliminación de barreras arquitectónicas, en la que están colaborando activamente muchas diócesis.
También hemos ayudado a muchas personas con discapacidad a eliminar barreras en sus domicilios.
Con la llegada de la Pandemia Covid 19, nos vimos obligados por unos meses a estar dentro de nuestras casas. Y llegó el Sínodo 2023 y a los cristianos nos pidió el Papa Francisco interrogarnos unas preguntas en grupos. Intentamos solucionarlo con las videollamadas grupales. El Equipo General de Frater nos facilitó las cosas. Nos puso el Instrumento de Trabajo que elaboró el Vaticano, en un lenguaje más adaptado a nuestra realidad. Elaboró 13 carpetitas que hizo llegar a todos nuestros grupos. Tuvimos nuestras reflexiones por videollamadas grupales. Y fuimos enviando nuestras respuestas al Equipo General. El Equipo General nos propuso a todos un Equipo Sinodal que todos aprobamos. Quiero agradecer a este Equipo su trabajo de resumir las respuestas para enviarlas a Roma.
Después de ver el resumen que el Equipo Sinodal de la Conferencia Episcopal Española hacía de las respuestas de todas las diócesis y ver que a las personas con discapacidad apenas las citaba, decidió enviar al Vaticano directamente las respuestas de Frater en España.
Dándose cuenta la Frater Intercontinental del delicado trabajo que se había hecho en España, solicitó que fuera un representante de España quien representara a las personas con discapacidad para elaborar el resumen continental. Y fue nuestro Presidente General Enrique Alarcón quien participó en esa elaboración. Y buena parte se ha recogido en el documento "La Iglesia es nuestra casa".
Son algunas de ideas que he expresado antes. Y doy las gracias por la atención que han prestado.
Nuestra influencia en la Iglesia poco a poco se va notando. Se están aceptando catequistas con discapacidad en algunas parroquias.
Se están reformando algunas catedrales que son monumentos artísticos para encontrar caminos accesibles para entrar y salir de ellas.
Y a continuación intervino Sonia Salo que da catequesis a personas con discapacidad TEA y TDEA y nos contó como impartir catequesis a personas con TEA TDEA.
Son trastornos por déficit de atención e hiperactividad.
Por medio de unas fotos con power point nos fue explicando como hace para dar esas catequesis.
Aula sencilla. Apoyos visibles. Ambiente estructurado. Próximo al catequista. Anticipar situaciones. Música relajante. Técnicas de relajación. Rincón de la calma. Aliviar tensión física. Adaptación de recursos. Amor y paciencia. Catequista de apoyo. Modificación de conducta. Goma elástica para relajación. Trabajar en pequeños grupos.
Y siguiendo con la discapacidad intelectual Isabel Cano que tiene un grupo de catequesis de personas adultas con discapacidad intelectual en Tres Cantos (Madrid), vino acompañada de seis participantes en la catequesis y una compañera catequista Gloria.
La Parroquia se llama Santa María Madre de Dios. Y lo forman 15 personas, actualmente. Y nos mostraron como es una catequesis todos los lunes de 6 a 7,30 de la tarde. Se plantean unas preguntas y tratan de responder cada uno.
El párroco no interviene. A veces les da las buenas tardes. A la pregunta de ¿Cómo ven la catequesis? Responden que Es un espacio para nosotros. Somos protagonistas Para aprender cosas.
Escuché a mis padres y al prójimo y me dijeron que fuera a catequesis.
Para terminar don Romá Casanova nos animó a seguir por el camino emprendido coordinados y trabajando juntos.
Y María de la Peña Madrid nos indicó una hoja que nos entregan con amplia bibliografía sobre la inclusividad, como
Orientaciones en la acción evangelizadora, catequética y pastoral de la Iglesia con y para las personas con discapacidad
De la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado CEE - EDICE 2021. Y trece libros más.
José Manuel Rodríguez de Robles. Responsable de la Fraternidad Diocesana de Madrid